Micaela escucha acongojada la noticia de la prisión de Echarri por la muerte, en duelo, de Pérez de Rosas. (Casa del Dr. Francisco Graña)
En tanto el físico, eficaz embajador de la muerte, va al paso tardo de su mula, con su socorrido instrumento bajo el brazo.
La Perricholi con su amiga Amalia Perez, entre el mareo encantador de las logias y de las limeñísimas madreselvas de su quinta (Quinta de Presa)
Fué en su lindísima quinta, compendio del encanto de la época, donde el corazón de Micaela tuvo la sacudida de un presentimiento, oró con ansia fervorosa (Capilla auténtica de la Quinta de Presa)
Terrible duelo entre Echarri y Pérez de Rosas (Calle del Cercado)
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